Tengo la luz encendida esta noche, doy vueltas en la cama
sin parar,
al fin acepto que no puedo dormir, y me dispongo para una
larga noche de insomnio,
enredada entre mis sabanas, imagino tus fríos besos
cubriendo mi piel,
siento que el aire se me agota e intento respirar hondo,
para que el oxigeno recorra todo mi ser.
Intuyo que ya casi no tengo tiempo, que todo a mi alrededor
se acelera,
empiezo a notar un gran dolor zigzagueando, en lo profundo
de mi corazón,
amenaza lentamente con acabar con mi serenidad e ilusión.
Conozco el rostro del dolor, y su siniestra sonrisa,
oscuras y amargas horas me esperan en vela,
no se si el silencio sea mi mejor amiga, o mi peor
consejera,
anhelo tus besos, tus caricias, tu mirada
temo a no tenerlos nunca,
añoro en estas largas horas, la vida que no he vivido,
no puedo seguir abrazada a la nada, al aire, al humo, a la
bruma,
tengo todo, pero no soy dueña de nada, espero solo un día volver
a sonreír,
o simple y llanamente poder dormir.
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